EXPOSICIÓN ACTUAL

María Polán (Cáceres 1979), ha construido a lo largo de los años un universo visual que combina delicadeza, emoción y una mirada crítica hacia lamemoria de las mujeres. Su obra se nutre de Extremadura: de su silencio y su intensidad, de la hondura de sus paisajes y de una sensibilidad que recoge la tradición para transformarla en un lenguaje contemporáneo. María crea desde la escucha: escucha de la palabraescrita, de la historia, de lo que permanece en la sombra y reclama ser revelado.En “Por mi propio camino”, la artista emprende un ejercicio íntimo y reivindicativo que convierte la poesía escrita por mujeres en imagen, cuerpo y presencia. A través de dieciséis ilustraciones, María establece un diálogo entre pasado y presente, entre memoria y gesto, entre mujeres que vivieron en la discreción y otras que hoy escriben desde la resistencia. La artista no solo interpreta sus versos, sino que se deja atravesar por ellos: la tinta, el color y la línea se convierten en una forma de escuchar y de acompañar sus voces.El proyecto reúne a ocho poetas del pasado :Catalina Clara Ramírez de Guzmán, Teresa de Cartagena, Luisa de Sigea, Clara Jara de Soto, María Gertrudis de Hore, Carolina Coronado, María de Zayas y Wallada, mujeres cuya obra fue en muchos casos relegada, olvidada o leída de manera ragmentaria. María recupera su fuerza y su singularidad, invitándonos a contemplarlas desde la sensibilidad del presente, otorgándoles un rostro simbólico que habla de su valentía y de lapersistencia de su voz.Junto a ellas, aparecen ocho poetas contemporáneas : Carmen Ibarlucea, Pilar López Ávila, Pilar Alcántara, Laura Guerra, Ángela Sayago Martínez, María Jesús García Fernández, María José Flores Requejo y Mayte Gómez Molina, que continúan ese mismo gesto ancestral de escritura: nombrar lo íntimo, lo cotidiano, lo político, lo invisible“Por mi propio camino” es, en esencia, un homenaje a la genealogía femenina que María Polán reivindica desde su identidad  y desde una sensibilidad artística que entiende la ilustración como un acto de memoria, de cuidado y de justicia poética. Una oportunidad para detenerse ante voces que, pese al paso del tiempo, siguen respirando.

 

Texto: Alejandro Quintano González